Entrenamiento personal en Valladolid: Olvídate de la báscula y descubre cómo medir tu progreso real

¿Te ha pasado? Te esfuerzas, sigues una planificación de entrenamiento, comes “sano”, y vas corriendo a la báscula a ver el resultado. Y entonces, ahí está, el numerito que supuestamente te dice si lo estás haciendo bien o si todo ha sido en vano. Porque, claro, ese número en la báscula es lo que parece importar, ¿no?

Pues déjame decirte algo: olvídate de la báscula (al menos de momento)

Sí, así como lo lees. Porque la báscula, querida amiga, querido amigo, te cuenta una verdad a medias. Es como si miraras una peli de espías solo desde la escena final: te estás perdiendo todo lo que sucede entre medias, la acción real, el sentido completo de la historia.

Y no, no decimos que dejes de pesarte. Pero si eso es lo único que haces para ver si estás progresando, estás mirando en la dirección equivocada. Hoy te vamos a contar cómo un entrenamiento personal en Valladolid puede ayudarte a medir el progreso de la manera correcta. Y te adelantamos algo: vas a empezar a ver resultados reales y no solo números que suben y bajan en una pantalla.

Vamos a entrar en materia.

El gran error de la báscula

¿Sabes qué mide la báscula? Solo tu peso total. Eso es todo. Y ese número puede cambiar por una docena de razones que no tienen nada que ver con la grasa, el músculo o si estás más cerca o más lejos de tus objetivos.

Piensa en esto: cuando subes a la báscula, estás viendo un número que incluye el peso de tus músculos, de tus huesos, de tu grasa y hasta de los líquidos que tienes en el cuerpo en ese momento.

¿De verdad te vas a dejar guiar solo por eso?

Aquí es donde entra la diferencia entre perder peso y recomponer tu cuerpo. Porque perder peso es solo eso, reducir el número en la báscula. Pero recomponer tu cuerpo significa cambiar tu composición corporal: menos grasa, más músculo, y una forma física que se nota y se siente diferente.

Y para eso, amigo mío, amiga mía, necesitas medir tu progreso de forma diferente.

Medir el progreso real: ¿Cómo lo hacemos entonces?

Vamos a ver cómo un entrenador personal en Valladolid, uno de esos que sabe lo que hace, te puede ayudar a medir tu progreso real. Olvídate de la báscula y presta atención a esto:

  1. Perímetros corporales:
    Aquí estamos hablando de medir con cinta. Medir la cintura, las caderas, los brazos, las piernas. Porque cuando empiezas a ganar músculo y a perder grasa, es posible que el número en la báscula no cambie mucho. Pero, oh, sorpresa, ¡tu cuerpo sí que cambia! La ropa empieza a quedarte de otra manera, y las personas a tu alrededor comienzan a notar algo distinto en ti. Esto, más que el peso, te muestra si estás logrando esa recomposición. Un buen entrenador personal te ayudará a tomar estas medidas regularmente y a que sepas exactamente qué significan.
  2. Fotos de progreso: La foto no miente
    ¿Te animas a sacarte una foto al inicio de tu entrenamiento? Y no, no te preocupes por “verte mal” en esa primera foto. La idea es que te compares con el tiempo. Ver cómo estaba tu cuerpo hace un mes, tres meses, seis meses. Porque una foto no miente. Te aseguramos que, cuando veas los cambios en las fotos, ya no te importará más la báscula. Porque es ahí donde verás tu progreso: en los detalles que no se reflejan en un número, pero sí en una imagen.
  3. Niveles de fuerza: Levantar más significa progresar más
    Aquí es donde mucha gente se equivoca. Piensan que progresar es solo cuestión de verse más delgado o más definido. Pero, ¿y si te dijera que levantar más peso también es un progreso real?Ganar fuerza es uno de los mejores indicadores de que tu cuerpo está mejorando. Si empiezas levantando 5 kilos y en tres meses levantas 10, aunque el peso en la báscula no haya cambiado, créeme: has avanzado. Y un entrenador personal en Valladolid sabe cómo ajustar esos pesos para que cada día seas un poco más fuerte. Ya sea en entrenamiento 1 a 1, o entrenamiento en grupos reducidos.
  4. Sensaciones en tu día a día: El indicador más subestimado
    ¿Te acuerdas de cómo te sentías al principio? ¿El cansancio, las agujetas eternas, la falta de energía? Ahora, con cada semana de entrenamiento, te sientes un poco mejor. Caminas más rápido, subes escaleras sin ahogarte, tienes energía al final del día… Estos son cambios que ni la báscula ni las medidas pueden mostrar, pero son igual de reales. Y un buen entrenador personal te enseñará a escuchar estas señales. Porque son la prueba de que algo está cambiando en tu cuerpo. Y no hay número que refleje eso.

La recomposición corporal: Lo que realmente importa

Si estás entrenando para perder grasa y ganar músculo al mismo tiempo, lo que realmente estás buscando es una recomposición corporal. Y aquí va la gran diferencia: la recomposición no siempre significa que el peso en la báscula baje, sino que cambia la proporción entre grasa y músculo.

¿Y sabes cómo se nota eso? En tu forma física. ¿En tu confianza? También. Empiezas a verte y a sentirte diferente, más fuerte, más ágil. Y aquí es donde el entrenamiento personal en Valladolid hace su magia.

Porque alguien que de verdad entiende de esto, que sabe cómo hacerte progresar, no se centra en cuánto peso pierdes, sino en cómo está cambiando tu cuerpo. En cómo estás pasando de ser una versión de ti mismo a otra mejorada, más fuerte, y sí, más en forma.

Cómo un entrenador personal te ayuda a medir bien (sin vivir obsesionado/a con el peso)

Un buen entrenador personal no te va a decir que te obsesiones con el número. Lo que va a hacer es trabajar contigo para que uses la báscula como lo que es: ¡un indicador más!

Imagínate que tienes a alguien que cada semana mide tus progresos, que te saca fotos, que ajusta los ejercicios y que no solo se preocupa de que bajes de peso, sino de que realmente notes un cambio. ¿Sabes lo que eso hace? Que te mantiene motivado. Que te hace sentir que, aunque no hayas bajado aún los 10kg que quieres perder, notas que algo está ocurriendo. Y eso es el mejor impulso para no rendirse.

Y con la báscula, ¿Qué hacemos?

Que no cunda el pánico: no estamos diciendo que tires la báscula a la basura. La puedes usar, claro. Pero úsala bien. No te peses cada día ni te obsesiones con cada fluctuación. ¿Nuestro consejo? «Obsesiónate» con el proceso, no con el resultado. Céntrate en cambiar tus hábitos, comer sano, entrenar con intensidad, etc. Y eso hará que los resultados vengan, por su propio peso, nunca mejor dicho 🙂

Un entrenador personal te enseñará a ver el peso como una referencia, pero no como el único indicador. Porque al final, lo que importa no es el peso, sino cómo te ves, cómo te sientes y cómo vives en tu propio cuerpo.

Cómo olvidarte de la báscula y disfrutar del proceso

Al final del día, el progreso se trata de algo más que números. Se trata de sentirte bien contigo mismo/a, de ver cambios en el espejo, en cómo te sientes y en cómo te mueves. Y para ello, nada mejor que un buen equipo multidisciplinar, un entrenador, un nutricionista y una evaluación previa con un fisioterapeuta. Para saber qué debemos y no debemos hacer contigo. Para mejorar al máximo, de forma segura.

Así que, la próxima vez que te subas a la báscula y no veas lo que esperas, recuerda esto: la báscula no es tu juez. Solo es una herramienta. El verdadero progreso lo verás en tu cuerpo, en tus medidas, en tus fotos y en cómo te sientes cada día.

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Bibliografía

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Folland, J. P., & Williams, A. G. (2007). The adaptations to strength training: morphological and neurological contributions to increased strength. Sports Medicine, 37(2), 145-168.

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